Consejos o “reglas de oro” para conseguir, según los expertos, una piel dorada, luminosa, un bronceado saludable.
Hay muchas razones por las que nos encanta tomar el sol y lucir un bronceado saludable. Aumenta los niveles de serotonina y nos produce una sensación de paz y felicidad. Además, activa la producción de vitamina D en nuestro organismo, esencial para la buena salud de los huesos, los dientes o la piel. Pero si hay algo que de verdad nos encanta, es vernos en el espejo con ese bronceado que tanto nos favorece. Porque un labial vibrante o una bonita sombra de ojos no se lucen igual sin una piel bronceada.
Pero no a cualquier precio. De sobra sabemos que, si abusamos del sol, los efectos medio plazo serán devastadores e irreversibles. La aparición precoz de arrugas, manchas en la piel y el riesgo de cáncer de piel son consecuencias serias de una exposición excesiva al sol. Además, en el corto plazo, podemos sufrir quemaduras, insolaciones y golpes de calor, arruinando nuestros días de vacaciones.
Por eso, te proponemos cambiar el chip y tomar el sol de manera consciente, para lucir un bronceado bonito a la vez que saludable este verano. Esto es lo que debes tener en cuenta:
Elige el protector solar correcto
No te enfoques únicamente en el Factor de Protección Solar (SPF en inglés), busca también el término «amplio espectro». De esta manera, garantizarás una protección completa para tu piel. La radiación solar consiste en un 95% de rayos UVA, los cuales causan manchas y arrugas, y el porcentaje restante son rayos UVB, responsables del enrojecimiento y las quemaduras solares. Es importante elegir un producto que proteja contra ambas radiaciones. Sin embargo, ten presente que los protectores solares que solo incluyen filtro UVB pueden inhibir el enrojecimiento de la piel, lo cual podría darte una falsa sensación de seguridad y hacerte olvidar la necesidad de reaplicar el producto cada dos horas. Además, es fundamental no utilizar el protector solar del año anterior, ya que podría fallarte y sorprenderte creyendo que estás protegiendo tu piel adecuadamente.
Controla el tiempo de bronceado y haz descansos del sol
No tiene sentido pasar todo el día en la playa o en la piscina sin descansar, considerando que nuestra piel tiene un límite en la producción de melanina. Por lo general, este límite se alcanza después de aproximadamente dos o tres horas para personas con piel de tono medio u oscuro, y aún menos tiempo para quienes tienen piel clara. Tomarse unos minutos de descanso del sol en la playa o la piscina proporcionará un bronceado saludable y más duradero, al reducir la intensidad de los rayos UV y disminuir el riesgo de quemaduras. Haz una pausa para refrescarte con una bebida en el chiringuito o siéntate bajo la sombrilla y lee un poco.
Alimentos que ayudarán a tu bronceado
Los alimentos ricos en carotenos son precursores de la vitamina A, estimulando la creación de melanina para obtener un bronceado intenso. Entre estos alimentos se encuentran mango, albaricoques, pimiento rojo, calabaza, níspero, canónigos, espinacas, berro, acelga, lechuga y brécol, además de la zanahoria.
Los alimentos ricos en vitamina C como naranja, limón, pimiento rojo, kiwi, coles de Bruselas y fresas, minimizan los daños de los radicales libres, relacionados con el envejecimiento de la piel. La vitamina E presente en frutos secos favorece la regeneración de la piel y posee efecto antioxidante. Los ácidos grasos omega 3 en pescados azules y nueces favorecen la elasticidad de la piel y protegen contra las agresiones solares.
El consumo de antioxidantes naturales es importante para neutralizar los radicales libres y prevenir daños celulares. Estos antioxidantes se encuentran en vitaminas, colorantes naturales, minerales y enzimas presentes en vegetales ricos en vitamina C, beta-caroteno, licopeno, flavonoides y fenoles.
Una defensa antioxidante adecuada incluye nutrientes como oligoelementos y ácidos grasos poliinsaturados omega 3, que optimizan la funcionalidad de órganos como el cerebro, la retina, el cabello y la piel. Al incluir estos alimentos en nuestras comidas durante las vacaciones, conseguimos un bronceado intenso y luminoso.
Exfolia tu piel
Según Alicia Rodríguez-Infantes Timón, terapeuta de Caroli Health Club, realizar una exfoliación es un paso fundamental para lograr un bronceado duradero y uniforme. Se recomienda hacerlo unos días antes de viajar para eliminar las células muertas de la piel. «En casa, podemos crear fácilmente un exfoliante utilizando azúcar y aceite de almendras, o incluso aceite de oliva para proporcionar una mayor nutrición. Se sugiere realizar esta exfoliación una vez cada 15 días».
Sandra Burgos, Directora de Formación de Clinique, añade que este gesto sencillo pero efectivo en la rutina de belleza ayuda a eliminar la descamación, refinar la piel y reducir la apariencia de finas líneas causadas por la sequedad, que a menudo se acentúan después de la exposición solar y la pérdida de hidratación.
Humecta la piel
Para mantener el bronceado, es importante cuidar la piel utilizando humectantes que contengan ingredientes de calidad, preferiblemente de origen natural. Los productos con aloe vera o activos de nopal son ideales, ya que ayudan a mantener la hidratación y la vitalidad de la piel. Además, es fundamental mantenerse hidratado bebiendo agua de forma constante, tanto antes, durante y después del viaje, ya que es el mejor aliado para una piel saludable y radiante. Por otro lado, es recomendable evitar el consumo excesivo de café y alcohol, ya que pueden causar deshidratación en la piel.
Hidrátate
Para preservar el bronceado y contrarrestar los efectos de sequedad causados por el sol, es crucial mantener una adecuada hidratación tanto interna (bebiendo agua y zumos naturales) como externa (utilizando cremas hidratantes para la piel). Es importante continuar con la práctica de aplicar after-sun después de la ducha, ya que este producto posee propiedades que ayudan a reestructurar los tejidos después de la exposición solar.