El 46% de los entrevistados (entre 14 y 18 años) reconoció tener que esforzarse más para poder asumir las clases online.
Aproximadamente uno de cada cinco adolescentes sufrió «verdaderos problemas» para seguir las clases online durante la pandemia. Esta complicación que, según manifiestan, estuvo marcada por el sobreesfuerzo que conllevó hacer frente a la educación a distancia durante el aislamiento. Se pudieron vivir grandes carencias materiales para los más vulnerables, desmotivación y la percepción generalizada de que se estaba improvisando continuamente.
Tras esta experiencia, la mayoría de alumno repudia rotundamente una educación totalmente online, pero asume que la posibilidad de que se torne mixta. Eso sí, exigen que no se vulnere la sociabilización con sus compañeros y profesores.
Estas algunas de las conclusiones derivadas del estudio ‘Experiencias y percepciones juveniles sobre la adaptación digital de la escuela en pandemia’. Este informe fue llevado a cabo por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) y el BBVA, y presentado el miércoles ante la ministra de Educación, Pilar Alegría. La investigación se llevó a cabo usando una encuesta realizada a 602 alumnos de entre 14 y 18 años con el objetivo de «dar voz a los adolescentes». En ella se centraron en ver cómo han vivido la educación online y con qué carencias se han encontrado, destacó la directora técnica de FAD.
Las clases online deben enfrentarse a una profusa brecha
El trabajo ha demostrado la brecha socioeconómica que trastoca considerablemente el rendimiento de los estudiantes. Cuanto más bajo es el nivel de vida de las familias, más carencias tienen y, por tanto, más numerosas son los contratiempos.
A pesar de que la mayoría afirmó que siguieron las clases desde casa con un ordenador portátil, casi un 20% reconoció hacerlo mediante un móvil. Además, uno de cada cuatro estudiantes declaró haber tenido «constantemente o con frecuencia» problemas con el uso de dispositivos o Internet.
Fuente: 20minutos