Tras el reciente terremoto en Marruecos, España evalúa sus zonas de mayor riesgo sísmico y la preparación ante posibles sismos.
La reciente actividad sísmica en Marruecos ha generado preocupación en España sobre la posibilidad de un terremoto de gran magnitud. A raíz de esto, se ha puesto en relieve la necesidad de conocer las provincias españolas con mayor riesgo sísmico y cómo están preparadas para enfrentar un evento de esta naturaleza.
Entendiendo el fenómeno sísmico
Los terremotos son el resultado del movimiento y la fricción entre las placas tectónicas de la Tierra. Estas placas, que forman la corteza terrestre, están en constante movimiento debido a las corrientes convectivas del manto terrestre. Cuando dos placas colisionan o se deslizan una contra la otra, la energía acumulada se libera en forma de ondas sísmicas, generando un terremoto.
El terremoto reciente en Marruecos, con una magnitud de 6.8 en la escala Richter, fue el resultado de la acumulación de presión en una falla tectónica que finalmente se liberó. Aunque Marruecos se considera una «zona de peligrosidad moderada», este evento ha llevado a cuestionar la preparación y la vulnerabilidad de otras regiones, incluida España.
Zonas de riesgo en España
España, debido a su posición geográfica, se encuentra en una zona de actividad sísmica moderada. La fricción entre las placas tectónicas euroasiática y africana es la principal responsable de la actividad sísmica en la región mediterránea.
Las provincias de Granada, Málaga, Murcia y Alicante, ubicadas en la zona bética, son las más propensas a experimentar terremotos debido a su proximidad con la zona de contacto entre las placas tectónicas mencionadas. Estas regiones han registrado la mayor cantidad de sismos en el territorio español y, por lo tanto, tienen un mayor riesgo de sufrir un terremoto de gran intensidad.
Otras áreas vulnerables incluyen la cordillera pirenaica en el noreste peninsular, donde la Microplaca Ibérica se hunde bajo la placa Euroasiática, y Galicia, que, aunque no experimenta terremotos de alta magnitud, ha registrado sismos de intensidad 3 o 3.5. Las Islas Canarias, por otro lado, tienen un riesgo sísmico relacionado más con la actividad volcánica que con el movimiento tectónico.
Preparación y prevención
Aunque la probabilidad de un terremoto de gran magnitud en España en el futuro cercano es relativamente baja, la historia nos ha mostrado que la naturaleza es impredecible. El terremoto de Lorca en 2011, con una magnitud de 5.1, causó daños significativos y puso de manifiesto la importancia de la construcción sismorresistente.
Tras el terremoto de Lorca, se concluyó que los edificios construidos siguiendo normas sismorresistentes resistieron mejor los temblores. Sin embargo, muchos edificios antiguos o aquellos que no habían sido adecuadamente mantenidos sufrieron daños graves.
La reciente actualización de la norma de construcción sismorresistente en España ha sido objeto de debate entre expertos y profesionales del sector. Aunque no es necesario adoptar medidas tan estrictas como en países con alta actividad sísmica, como Japón, es esencial que las estructuras en España estén preparadas para soportar los sismos más intensos registrados en la región.
En resumen, aunque España no se encuentra en una zona de alta actividad sísmica, es crucial estar preparados y conscientes de las áreas con mayor riesgo. La prevención y la construcción adecuada son esenciales para minimizar los daños y garantizar la seguridad de la población en caso de un terremoto.