En las costas de Castellón, un guardia civil demostró que el heroísmo no conoce de límites al salvar a tres menores de un peligroso oleaje.
El pasado fin de semana, las tranquilas aguas de la playa del Grao de Castelló se convirtieron en el escenario de un dramático rescate. René Álvarez, un guardia civil de 39 años, demostró que la valentía y el compromiso van más allá del uniforme al salvar a tres niños que se encontraban en grave peligro debido a un fuerte oleaje.
Mientras disfrutaba de un día soleado con su familia y un amigo policía proveniente de Hamburgo, Alemania, Álvarez fue alertado por los gritos desesperados y el alboroto de la gente cerca de la escollera. Al acercarse, identificó a dos menores luchando contra las olas, siendo arrastrados por la corriente. Sin pensarlo dos veces, y poniendo en riesgo su propia vida, Álvarez se lanzó al rescate, logrando alcanzar a los niños y ayudarles a salir del agua.
Un tercer rescate, el más desafiante
Pero la situación se complicó aún más cuando Álvarez se percató de una tercera niña, quien se encontraba a una distancia mayor de la orilla, siendo azotada por las olas. Consciente del peligro que enfrentaba, pero impulsado por su sentido del deber y su instinto protector, se sumergió nuevamente en el agua. A pesar de la fuerte corriente y el cansancio que comenzaba a hacer mella en él, logró alcanzar a la pequeña, quien, aterrorizada, clamaba por ayuda.
Con la niña en brazos, Álvarez intentó regresar a la orilla, pero el esfuerzo y la resistencia del mar hicieron que sus fuerzas comenzaran a flaquear. Fue en ese crítico momento cuando su amigo, el policía alemán, decidió intervenir, lanzándose al agua y asistiendo en el rescate de la niña y del propio Álvarez.
Tras asegurarse de que los tres menores estuvieran a salvo en tierra firme, Álvarez, exhausto y afectado por la situación, fue atendido por socorristas y personal del SAMU. Posteriormente, fue trasladado al Hospital General de Castellón, donde se le diagnosticaron problemas respiratorios. Afortunadamente, tras recibir la atención médica necesaria, fue dado de alta el martes.
En declaraciones posteriores, Álvarez compartió su experiencia, mencionando que, a pesar del miedo y la adversidad, su principal objetivo era asegurarse de que los menores estuvieran a salvo. Este acto heroico no solo le ha valido el reconocimiento y agradecimiento de las familias de los niños rescatados, sino también el de toda la comunidad.
La historia de René Álvarez es un testimonio de valentía, solidaridad y compromiso. Sirve como recordatorio de los impredecibles peligros que puede presentar el mar y de la importancia de actuar con rapidez y determinación en situaciones de emergencia. Gracias a su intervención, lo que pudo haber sido una tragedia se transformó en una historia de esperanza y heroísmo.