Según la mayoría de medios de comunicación griegos, Constantino II podría haber fallecido a causa de un derrame cerebral después de una semana ingresado en una clínica privada en Atenas
Constantino II, el último rey de la monarquía griega, falleció anoche a sus 83 años en el hospital privado Ygela, en Atenas. El que fuera hermano de la reina Sofía y tío de Felipe VI fue hospitalizado la semana pasada por su mal estado de salud. Los medios griegos locales apuntan a un derrame cerebral, sufrido por el monarca en su hogar, como principal mortis causa. Sin embargo, existe una minoría de la prensa que apunta al coronavirus como el verdadero motivo de su ingreso en la clínica.
La muerte de Constantino II ha supuesto un duro revés para la familia real española. Los lazos de sangre que unen a las dos familias reales desde hace décadas vienen por el enlace matrimonial entre los reyes eméritos don Juan Carlos I y doña Sofía. El mal estado de salud de Constantino II propicio que se reuniera junto a él toda su familia, incluidas doña Sofía y doña Irene, para estar a su lado durante sus últimos momentos de vida.
El ex monarca ya fue ingresado en diciembre de 2021 por ataque isquémico. Por aquel entonces, se encontraba junto a su mujer, Ana María de Dinamarca, en el palacio de Porto Jeli. A pesar de ello, pudo hacer su última aparición pública el pasado 23 de octubre. El motivo de su aparición no era otro que la boda de Philippos, su hijo menor, con Nina Flohr.
Constantino II, el rey que perdió su corona
La vida política de Constantino II acabó costándole el trono. Su excesivo intervencionismo y abuso de sus prerrogativas constitucionales acabaron por desembocar en un desgobierno absoluto. El enfrentamiento con Georgios Papandréu, primer ministro griego durante las primeras fechas del reinado de Constantino II, propició su dimisión.
Todo ello se tradujo en un clima de tensión política insostenible y manifestaciones en la calle contra el rey. Esta situación culminó con dos años de auténtico bloqueo político. Ante tal situación el rey intento imponer una ley marcial en 1967, según documentos de Estados Unidos divulgados más tarde. La represión no se hizo esperar, y tras varios intentos conspiratorios contra la corona hubo una que finalmente cuajó. Es el denominado golpe de los coroneles.
En un principio, Constantino II apoyaba este golpe de estado contra el gobierno y vida política. Sin embargo, este apoyo le costaría la corona, ya que los dirigentes golpistas lo despojarían de todos sus poderes. Sobre todo, porque Estados Unidos lo dejaría vendido en su intento de recuperar la corona.
Después de siete años de la dictadura de los coroneles, un hombre cercano a Constantino II le traicionaría. Se trata de Karimanlis, quien a la vuelta del monarca convocó unilateralmente un referéndum para que los griegos eligieran monarquía o república. Los resultados fueron demoledores y Constantino II, resignado, tuvo que abandonar el trono para siempre.
Fuente: El Mundo