Una erupción volcánica y posterior tsunami han sacudido el pasado sábado la isla polinesia situada en el Océano Pacífico. Además de las pérdidas humanas y materiales, los habitantes deberán esperar al menos dos semanas para ver restablecidas las comunicaciones y la conexión a Internet. El tsunami ha provocado daños serios en uno de los cables submarinos que llevaban la red a la isla y aún no ha podido repararse.
En total, algo más de 105.000 personas están afectadas por dicho apagón de Internet. El director de Southern Cross Cable Network, Dean Veverka, reconoció ante la prensa que la información que tienen todavía es “incompleta” pero parece que el cable ha sido cortado y podrían tardar más de dos semanas en arreglarlo. Para repararlo, habría que recurrir a un buque tendido de cables submarinos y el más cercano actualmente se encuentra a más de 4.000 kilómetros de Tonga.
Los dispositivos electrónicos en Tonga empezaron a fallar pocas horas después de la erupción volcánica. Las líneas de teléfono e Internet están desde entonces muy debilitadas y algunas zonas de la isla totalmente incomunicadas.
Australia y Nueva Zelanda están apoyando a la isla con vuelos de vigilancia para hacer balance de los daños ocasionados. Además, están asistiendo a Tonga con cobertura satelital para brindarles a sus habitantes un mínimo de conexión.
En total, existen 428 cables submarinos en el mundo para proveer de conexión a Internet gestionados por empresas como Google. Todos ellos suman una longitud de más de un millón de kilómetros.
Fuente: TreceBits.
