Estas intrigantes salas de escape que desatan pasiones entre los más jóvenes están basadas en películas de terror y videojuegos
Las modas corren como la pólvora a lo largo de todo el mundo. En el sector del ocio y el entretenimiento la última de todas es la de los juegos de escape. Esta actividad es bastante popular desde hace años en Japón, pero desde hace poco más de un lustro se ha extendido por todo el globo provocando la locura entre la juventud.
España es un país con tantos lugares que visitar y tantas actividades que realizar que no se pueden contar con las manos. Pero ninguna tan singular como una sale de escape. Si eres un amante de la adrenalina, de los rompecabezas y de los juegos de misterio esta actividad es la idónea para practicar en tu tiempo libre.
¿En que consiste un Escape room?
La dinámica de estos es juegos es sencilla. Un grupo de amigos o familiares acaba encerrado en una habitación temática y deberán intentar escapar de ella antes de que acabe el tiempo. La sala está repleta de pistas, rompecabezas y acertijos. Los participantes irán resolviéndolas todas conjuntamente hasta encontrar la pista final. La que abre las puertas de la habitación. De ser necesario, el personal a cargo podrá brindar alguna ayuda extra a los participantes si el juego se atasca.
El juego estará siempre orquestado por un Game Master, es decir, un director de juego. Sus funciones consistirán en guiar a los participantes, narrar los sucesos más relevantes de la actividad y supervisar el transcurso de la partida. De este modo, los más inexpertos en este tipo de actividades tendrán una referencia que les indique como sumergirse de lleno en esta aventura.
Diferente sala, diferente temática
No todas las salas son iguales. La principal razón por la que hay múltiples empresas que ofrecen esta actividad es porque cada una ofrece temáticas distintas. Así pues, podemos encontrar sales de escape inspiradas en películas de terror, fantasía o ciencia ficción; ambientadas en festividades como Halloween; basadas en videojuegos; y muchas más opciones.
Fuente: El Cronista