El ámbito de los biomarcadores es uno de los más crecientes en la investigación médica, ya que posibilita mejoras en el abordaje clínico.
Pero ¿qué son los biomarcadores? Según Pfizer y el Instituto Nacional del Cáncer, se trata de una molécula biológica que se localiza en la sangre y otros líquidos o tejidos del cuerpo. Su presencia es un signo clave de un proceso normal o anormal de una enfermedad. Un biomarcador detecta con certeza determinados procesos corporales o patologías.
Por ello, debe cumplir una serie de características: deben ser medibles objetivamente, deben ser específicos y deben ser sensibles.
Aplicaciones de los biomarcadores
Sus utilidades son muy amplias. Pueden aportar información sobre el riesgo de padecer una enfermedad o indicar la evolución del paciente, a través de los biomarcadores predictivos. Además, son una herramienta muy útil para asegurar una patología o evaluar la respuesta del paciente a un tratamiento.
Sus aplicaciones en las áreas más vanguardistas de la medicina y la investigación también resultan de gran interés. Son los casos de la medicina de precisión y la medicina personalizada.
Ángel Carracedo, coordinador del Grupo de Medicina Genómica de la Universidad de Santiago de Compostela y director de la Fundación Pública Gallega de Medicina Genómica, explicó que «el estudio de los biomarcadores, y sus aplicaciones en el ámbito médico, nos ha permitido desarrollar la medicina personalizada».
«Habitualmente, utilizamos biomarcadores genéticos, aunque pueden ser de cualquier tipo, y el futuro pasa por la integración de biomarcadores y datos clínicos. Estos biomarcadores son los que nos diferencian y nos permiten reducir en grupos a los pacientes, de cara a lograr personalizar tratamientos y medicinas y, con ellos, el abordaje de algunas patologías, logrando mejorar la eficacia de las terapias ofrecidas a los pacientes».
Fuente: 20 Minutos