En una sociedad hiperconectada, los smartphones son un “must” en cualquier lista de deseos, incluso para los más pequeños. La popularidad del smartphone ha trascendido a todas las edades hasta convertirse en un excelente aliado para el entretenimiento infantil. En este sentido, los profesionales advierten sobre los peligros que puede acarrear el uso incorrecto de las nuevas tecnologías en edades tempranas.
Según un estudio hecho por Statista, dos de cada tres niños de edades comprendidas entre los 10 y 15 años en España dispone de un teléfono móvil propio. Una cifra que ronda el 24% si nos referimos a menores de 10 años y asciende hasta el 95% en adolescentes. Este dispositivo es concebido como una necesidad incluso para los niños de la casa. Es más, es una tendencia habitual que los padres proporcione a hijos en edades de cada vez más tempranas un teléfono móvil, como si de un juguete se tratase.
¿Somos realmente conscientes de los riesgos a los que se enfrentan los jóvenes con los smartphones?
Aunque los dispositivos electrónicos contribuyen de manera favorable al desarrollo de distintas capacidades personales y sociales tanto en niños como adolescentes, las nuevas tecnologías también presentan riesgos. Por ejemplo, las redes sociales pueden suponer un peligro potencial para niños y adolescentes. “Muchos de los riesgos más comunes entre jóvenes, como el acoso, el acceso a contenido inapropiado o ciertas adicciones, se desarrollan en un contexto virtual. Hay aplicaciones de control parental que prometen proteger a nuestros hijos de este tipo de peligros, pero la amenaza no desaparece del todo. Nuestra obligación como padres es concienciarles, supervisar el uso que hacen de los móviles y regular el tiempo que pasan frente a una pantalla”.
Además, debido al momento de desarrollo en el que se encuentran inmersos, los niños y los adolescentes son la población más vulnerable al hacer uso de las nuevas tecnologías: pueden presentar determinadas características de personalidad y estados emocionales que agravan los riesgos.
Fuente: ABC.