Vine, red social que inspiró a otras como Instagram o TikTok, cerró hace cinco años. Su cofundador lo ha vuelto a intentar con otra red social.
En enero de 2017 cesó el servicio de Vine, lared social precursora de TikTok. Nacida en enero de 2012 y adquirida después por Twitter, tan sólo duró cinco años operativa. Aun así, este tiempo fue suficiente para que fuera la primera en establecer el modelo de vídeos cortos, convirtiendo el formato en accesible a un gran número de usuarios.
Los vídeos, de máximo 6 segundos de duración, se reproducían en bucle. Esta característica no esperó para convertirse en un total éxito y en el mismo año que abrió fue adquirida por Twitter. Esto ocurrió en octubre de 2012 y la transacción ascendió a 30 millones de dólares.
Pero precisamente la corta duración de los vídeos fue también su punto flaco. Durante junio de 2013, la incipiente red social Instagram, contraatacó permitiendo a sus usuarios la publicación de vídeos de hasta 15 segundos de duración. Vine respondió a este movimiento aumentando el límite de duración de sus vídeos, pero no lo hizo con la suficiente rapidez.
Vine, del éxito al fracaso
Los siguientes años fueron difíciles para Vine, que vio cómo tanto Instagram como la recién creada TikTok le adelantaban en número de usuarios. Finalmente, estas redes sociales supieron ganarse el favor de los usuarios y Vine perdió popularidad. Twitter la integró en su propia aplicación, pero tampoco funcionó. Así que este año se cumplen cinco desde su cierre.
No obstante, aunque Vine desapareció, el legado que dejó consiguió resurgir de sus cenizas en enero de 2020. Hace ahora dos años, nació Byte, obra de Dom Hofmann, el que había sido cocreador de Vine. De nuevo, el modelo estaba basado en vídeos de 6 segundos de duración, aunque en esta ocasión sin reproducción en bucle. No ha tenido lamentablemente mucho éxito.
Fuente: TreceBits