Desde hace dos meses, el sector financiero y los inversores están a la expectativa ante la anunciada intención del Gobierno, a través de la SEPI, de volver a invertir en Telefónica tras 26 años. Este movimiento coincide con los planes de Saudi Telecom Company (STC Group) de ingresar en la empresa. Sin embargo, hasta ahora, no se ha tomado ninguna medida concreta al respecto, lo que ha generado incertidumbre y preocupación entre los participantes del mercado financiero.
El mercado reaccionó con interés y expectativas cuando la SEPI comunicó por primera vez sus intenciones a la CNMV el pasado 30 de octubre, confirmándolas oficialmente el 19 de diciembre tras un acuerdo del Consejo de Ministros. Se esperaba que este paso marcara el comienzo de un proceso que culminaría con la adquisición del 10% de las acciones de Telefónica por parte del organismo estatal. Sin embargo, a pesar de estos anuncios, fuentes financieras afirman que la SEPI aún no ha contratado un banco de inversión para gestionar la adquisición de las acciones, lo que ha dejado en espera a muchos inversores y ha generado dudas sobre la seriedad y la viabilidad de la operación.
Falta de progreso y transparencia
La falta de transparencia por parte de la SEPI respecto al progreso de estas gestiones ha añadido incertidumbre al proceso. Aunque se planea que la SEPI contrate un asesor financiero y un intermediario en bolsa para llevar a cabo la compra de acciones, la organización ha preferido mantener en secreto cualquier desarrollo, citando la «confidencialidad» del proceso. Esta falta de comunicación ha generado preocupaciones adicionales sobre la capacidad de la SEPI para llevar a cabo esta inversión de manera eficiente y oportuna.
Historial de retrasos y preocupaciones del mercado
Este retraso no es nuevo para la SEPI, que ya había anunciado planes de inversión en el pasado que no se materializaron completamente. En 2011, por ejemplo, la SEPI anunció su intención de reducir su participación en varias empresas, pero estas acciones aún no se han completado por completo. La falta de avance en la operación ha generado preocupación en el sector financiero, especialmente después de que el anuncio inicial impactara positivamente en el mercado, con un aumento del 4% en las acciones de Telefónica. Sin embargo, la falta de progreso posterior ha llevado a una disminución en el entusiasmo del mercado y ha generado dudas sobre la seriedad y la capacidad de la SEPI para llevar a cabo la inversión.
Impacto en los planes de Saudi Telecom Company
El retraso en la inversión también ha afectado los planes de Saudi Telecom Company, que había mostrado interés en adquirir una participación en Telefónica. Aunque su interés inicial era alto, el plan aún no se ha concretado por completo, dejando al grupo extranjero con solo un 4,9% de las acciones de Telefónica. Este retraso ha llevado a la empresa a reevaluar su posición y a considerar otras opciones de inversión en el mercado.
En resumen, la falta de avance en las operaciones de inversión ha dejado a los inversores y al mercado en general en un estado de incertidumbre. Se espera que la SEPI tome medidas concretas en un futuro próximo para aclarar la situación y restablecer la confianza en el mercado financiero. Sin embargo, hasta que esto ocurra, es probable que persista la incertidumbre y la preocupación entre los inversores, lo que podría tener repercusiones a largo plazo en la estabilidad y el rendimiento de Telefónica en el mercado.