La empresa con sede en Berriz, que supera los 90 años de historia, consigue así un gran avance en la producción.
VCG Decoletaje es una empresa de mecanizado de piezas y decoletaje que fue fundada en 1932 y cuya sede central está ubicada en el municipio vizcaíno de Berriz. Aunque fue hace ya más de nueve décadas cuando el fundador, Cándido Gastelurrutia creó la compañía, las instalaciones no se ampliaron hasta veinte años más tarde, en 1952.
En 1960 la empresa adquirió sus primeros tornos de levas, mientras que el primer control numérico llegó en 1990, cuando se empezó a apostar por la modernización y por las nuevas tecnologías.
Los certificados ISO 9001, PREMIE e ISO 14001 llegaron en 2003, 2004 y 2007, respectivamente, y fue en 2008 cuando la empresa se instaló en las que todavía hoy son sus instalaciones, ubicadas en el polígono industrial Eitua, en Berriz.
El objetivo principal de la compañía es satisfacer las necesidades de sus clientes, para lo que trabaja siempre bajo plano y en cumplimiento de las normas y especificaciones establecidas. La gran experiencia adquirida, sumada a la constante evolución y mejora continua, permite proporcionar a estos servicios y productos de gran calidad.
Aunque son especialistas en series cortas y medias, trabajan con varios tipos de materiales, pudiendo mecanizar piezas de hasta 65 milímetros partiendo desde barra, y de hasta 200 si lo hacen desde plato.
Recientemente, VCG Decoletaje se ha hecho con maquinaria nueva, lo que le permite avanzar en la producción y continuar en su especialización en mecanizado y decoletaje de series medias y cortas.
Se trata de una máquina nueva de cabezal móvil, adquirida en julio, concretamente una Citizen L32X. Con esta nueva incorporación la empresa puede producir en la sección de cabeza móvil piezas de diámetros superiores a los 30 milímetros, que supera los 25 milímetros máximos que podía permitirse hasta entonces.
Peio Beistegi, de VCG Decoletaje: “Apostar por tecnología moderna es avanzar y es algo que llevamos haciendo durante toda nuestra trayectoria”.
Hace poco más de un año la empresa también optó por renovar su maquinaria, incorporando una Nakamura WY100-51 Compact Loader, aunque en este caso de cabezal fijo. Una máquina cuyo paso de barra es de 51 milímetros y que dispone además de un sistema de carga automática, lo que supone la automatización del proceso de carga, lo que anteriormente se realizaba un operario mediante carga manual.
Estar a la última en lo que respecta a las tecnologías más innovadoras es algo por lo que la compañía ha apostado siempre a lo largo de toda su extensa trayectoria. Y es que su sistema de trabajo se basa en garantizar la máxima exigencia de calidad en todos sus procesos.
