La inflación de EE. UU. sale por debajo de las previsiones, mientras que los datos chinos preocupan a la producción
El dato del IPC estadounidense salió bastante mejor de lo que se esperaba marcando mínimos desde enero de 2022. La inflación interanual se ubicó en el 7,7% frente al 8% que pronosticaban las estimaciones. Por su parte, la inflación subyacente también mostró una desaceleración situándose en el 6,3% interanual, por debajo del 6,5% que pronosticaban los expertos. Las cifras de inflación del mes de septiembre fueron del 8,2% para la general y del 6,6% para la subyacente, lo que indica un enfriamiento del crecimiento de precios y la posibilidad de haber tocado máximos.
El mercado lo recibe positivamente
Los mercados bursátiles acogieron el dato de inflación con mucho furor. El rebote del Nasdaq lo coloca en la lista de rebotes más grandes de su historia, con una subida del 7,49%. Por su parte, el S&P 500 se posiciona en el decimoquinto mejor día que ha tenido desde 1950, con un aumento del 5,54%.
Por el contrario, la bajada de los intereses y del dólar estadounidense fue muy brusca. Algo que puede ser interpretado negativamente por la Fed, haciendo que esta tome un discurso contractivo para que los mercados no empiecen a subir y que la inflación no se vuelva a disparar.
El dato de inflación de diciembre junto a la reunión de la FOMC que se producirá dos días después será clave para marcar la tendencia en los mercados en el año 2023.
Inflación en China
La inflación en China decrece al 2,1%, por debajo del 2,4% esperado. Una noticia aparentemente positiva para la mayoría de los países, pero que para China representa un mal dato.
Debido a la política China «cero covid» la producción y el consumo se encuentran débiles y esto ha llevado al gobierno chino a aplicar políticas fiscales expansivas para incentivar la economía. El índice de precios industriales (IPP) experimentó su primera caída en casi dos años bajando un 1,3%, es decir, situándose en un -1,3%. Esto genera que la economía china se esté contrayendo en un escenario en el que el resto de países mantienen una inflación muy elevada.
Estos datos de inflación se adecuan al objetivo del techo del 3% que se marcó Pekín para 2022, pero preocupan ante una posible desaceleración económica todavía mayor.
Fuente: Investing